martes, marzo 15, 2016

Temporada 2016 / 2017 Teatro Real de Madrid



El Teatro Real presentó ayer su próxima temporada, la 16/17.
Y oye, así a primera vista pinta bastante bien.

1. Otello, de Verdi.
 
Bien, empezamos de forma potente con un titulazo.
Gregory Kunde, que ahora lo canta todo todo todo, se alterna con Alfred Kim. Y las Desdemona son Krassimira Stoyanova (ya la vi en este papel en el Liceo hace una década y estuvo muy bien) y Ermonela Jaho (¿no fue una de las Traviatas del año pasado?). Iago son George Petean y Ángel Ódena. Batuta de Palumbo y coproducción con la ENO en plan... muy poco veneciano.


2. Norma, de Bellini

Seguimos fuerte, ¿eh?
Me toca segundo reparto, con Angela Meade (que todo el mundo dice que es muy buena, la nueva estrella del Met, esperemos que sea verdad),  con Roberto Aronica y Veronica Simeoni. En el cast principal, Maria Agresta y ¡oh! Gregory Kunde. Hay una función con Mariella Devia, para fans. La producción, la de la Norma con rastas de Valencia. Dirige Roberto Abbado. Buena pinta.


3. La clemenza di Tito, de Mozart

Reposición de la producción de 2012, de la que me tuve que salir por una súbita indisposición (qué fatal estaba, caray). A ver si esta vez la veo entera, porque lo que vi me gustó bastante. Dirección musical de Rousset y voces de las que sólo me suenan tres. A esperar.


4. Der fliegende Holländer (El holandés errante), de Wagner

Biennnnn. Una ópera de la que siempre salgo con subidón. Como de costumbre, reconozco mi ignorancia y desconocimiento de los cantantes especializados en ópera alemana, porque no me suena ni uuuuuuno. Producción de La Fura, ya nos podemos esperar máquinas y estructuras gigantescas... ¿o no? Dirige Pablo Heras-Casado.


5. Billy Budd, de Britten

Mira, ésta no la he visto / escuchado nunca. Con mis reservas sobre Britten, que sus óperas me parecen siempre muy duritas al principio pero luego me acaban encantando. Pero a saber. Coproducción con la ONP y la ENO dirigida por Deborah Warner, no hay aún imágenes. Dirige Bolton.



6. disPLACE, de Raquel García-Tomás y Joan Magrané

En los Teatros del Canal. Ópera de cámara sobre la gentrificación de un barrio barcelonés. A saber.




7. La ciudad de las mentiras, de Elena Mendoza

La que tendrían que habernos puesto el año pasado, sobre relatos de Onetti. El estreno del año. O sea, ni idea.


8. Curlew river, de Britten

Una sola función en versión concierto de una parábola para ser representada en una iglesia, de Britten. Los "afortunados" del abono A la verán, el resto...


9. Le malentendu, de Fabián Panisello

Ópera de cámara con música electrónica sobre texto de Camus. Parece que va a ser en los Teatros del Canal, no hay mucha información.


10. Rodelinda, de Händel

Bueno, después de tanto siglo XX y XXI volvemos al barroco. Lucy Crowe, Sabina Puértolas, Bejun Mehta y Xavier Sabata. Dirección de Bolton. A priori pinta bien. Producción de Frankfurt / Barcelona y Lyon de la que no he encontrado nada.


11. El gato con botas, de Montsalvatge

Sesiones infantiles matinales, fuera de abono.


12. Bomarzo, de Ginastera

Ópera del siglo XX, que desconozco por completo. Sólo habrá unas cuantas funciones.


13. Золотой Петушок (El gallo de oro), de Rimski-Kórsakov

Jeeeee, de piedra al verlo en cirílico, ¿eh? Pequeña broma. Con Rimski puede pasar que te encante o que te quedes muerto de aburrimiento, depende mucho del nivel artístico. Aquí va a dirigir Bolton y es nueva coproducción de Laurent Pelly con la Monnaie. De los cantantes sólo me suena Venera Gimadieva, que hará la reina. A ver qué tal su famosa aria.
 

14. Madama Butterfly, de Puccini

Nueva reposición de la cinematográfica producción de Mario Gas, muy efectiva. Ermonela Jaho se alterna con Hui He y los Pinkerton son Jorge de León, Andrea Carè y Voncenzo Constanzo. Dirige Marco Armiliato. Bueno, ópera de gran repertorio para finalizar la temporada.


15. Macbeth, de Verdi

Tres funciones en versión concierto para el bolo anual veraniego de Plácido Domingo versión barítono en Madrid. No me interesa.


Y hasta aquí la lista de óperas. Que si quitamos las de versión concierto, la infantil o las de otras salas se queda en los 9 títulos habituales para los abonados (10 algunos).

Recitales.

Tachannnnn:
Paulo Sotz, barítono, homenaje a Sinatra (sí, puede estar gracioso).
Jonas Kaufmann, el recital que no pudo ser (y con programa bastante muermo).
Felicity Palmer, (¿cuántos años tiene ya esta señora?)  
Christian Elsner, tenor, lieder de Schubert.
Cecilia Bartoli, a ver con qué nos sale el año que viene...
Franco Fagioli, contratenor, festival barroco.
Lidia Borda, tango, en el Auditorio Albéniz.
María Bayo, canciones de América Latina.
Patricia Noval, información CERO por el momento. 
Ariel Ardit, tango.
Adriana Varela, ¡más tango!
Diana Damrau, Meyerbeer y su tiempo.
Joyce DiDonato, con programa barroco, parece ser. 
Juan Diego Flórez, con el programa de siempre, parece ser. 

En fin, completita, ¿no?
Pues pinchando aquí tienes el folleto entero de la temporada. Con las fechas, composición de los abonos, precios de las entradas, fechas de salida a la venta... ¡100 páginas!
En la Cofradía de la Perpetua Indignación ya están despachándose a gusto, claro.
Información completa en Beckmesser.
Que la disfrutemos.

lunes, marzo 07, 2016

Das Liebesverbot (la prohibición de amar)

 
Cuando una ópera está olvidada... en el 90% de los casos es con razón. Das Liebesverbot, la prohibición de amar, ópera de juventud de Wagner, es una obra pesadita y no muy inspirada, que queda totalmente al margen de la obra de madurez de su autor y que, si hubiera sido compuesta por otro, probablemente también estaría olvidada o, como mucho, reducida al repertorio de obras menores.

A ver, es una rareza, y me parece bien que la hayan programado en el Teatro Real. No está de más conocerla, aunque probablemente después de estas funciones no la vuelva a escuchar nunca más.


La música, influida por el belcanto y la ópera romántica francesa y alemana, tiene tres momentos inspirados: un dúo entre sopranos, el dúó soprano / barítono y la escena del carnaval. Estos dos momentos son los temas que aparecen en la obertura, que está bastante bien y apuntaba más de lo que luego es la ópera. El resto de la música es para cubrir expediente. No es que sea horripilante pero ni se queda en la memoria ni sobresale por nada en particular. Aparte, Wagner ya iba apuntando maneras de desmesura: el primer acto se hace eterno.


La Prohibición de Amar me parece hasta atractiva para quien tenga curiosidad de conocerla. Ahora, para mí, trascendencia cero.

El Teatro Real, en coproducción con Royal Opera House y Teatro Colón, ha rescatado esta ópera en una producción vistosa, dinámica y entretenida.


Un decorado forma arquitectónica tipo Escher (estancias, arcos y escaleras) complementado con una cinta deslizante y cuatro elementos más forman perfectamente los entornos de cada escena. La obra está "modernizada" (teléfonos móviles, neones) pero sin alterar el argumento (basado en Shakespeare, tela). El humor no es que sea el colmo del refinamiento pero, reconozcámoslo, la obra no da mucho más de sí. Creo que se le ha sacado mucho partido escénicamente, aparte de tener algunos detalles muy acertados.

En el terreno musical...
Orquesta correcta. No muy sutil, pero la partitura tampoco es que lo sea. 
Muy bien Christopher Maltman como el malvado gobernador, a pesar de que en el segundo acto avisaran de que tenía una afección vocal que se notó.
Aseadita Manuela Uhl como Isabella, la protagonista. Canta bonito, pero las exigencias del rol la superaban.
Bien Maria Miró como Mariana, segunda soprano. Bastante brillante.
Y estupendo Ante Jerkunica como el segundo malo, Brighella.
Pero a partir de ahí... ay. Los dos tenores protagonistas... ¿de dónde los sacaron? Muy buena planta y atractivos sí, pero... ¿y esa voz que salía del cogote? Si no se les oía nada.
Igual que a la que hacía de Dorella.
Y es una pena, porque si estas tres voces hubieran estado más a nivel la sensación global de la ópera habría sido satisfactoria, y no la estampida general y el "qué bodriete" generalizado que se oía cuando terminó la obra.


Rara, curiosa, seguro que oiremos hablar más de ella porque raro será que no hagan alguna grabación de las funciones del Covent Garden. Pero nada más. Para hacer una muesquita más de "óperas a las que he asistido".

Recomiendo la lectura del artículo del programa de mano, es muy interesante.Así como la obertura, para hacerse una idea de cómo es la música y lo poco "wagneriana" que suena.


Richard Wagner
Das Liebesverbot
Manuela Uhl, Ilker Arcayürek, Christopher Maltman, Peter Lodahl, Maria Miró, Ante Jerkunica, María Hinojosa, Francisco Vas, David Alegret, David Jerusalem, Isaac Galán.
Ivor Bolton, Kasper Holten.
Teatro Real, Madrid.
Jueves, 3 de marzo de 2016












viernes, marzo 04, 2016

Don Carlo en Canal


Con los Teatros del Canal podría haber sido un "no hay dos sin tres" pero al final acabó siendo un "a la tercera va la vencida". Después de dos fiascos infumables en el terreno lírico, aquella horrible Ópera de Tres Peniques y la flojísima Viuda Alegre, por fin he asistido a una disfrutable velada operística con Don Carlo de Verdi.

Claro que el Don Carlo es un operón, operón, de los que te dejan clavado a la butaca y te mete poco a poco en el drama. Bueno, a todo el mundo no, que no veas la señora que tenía delante. ¡No paró de moverse durante toda la primera parte! Adelante, hacia atrás, a un lado, al otro, a recostarse en el regazo de su pareja... qué ganas de darle un cogotazo. Menos mal que luego se calmó.

Sala roja de los Teatros del Canal, entradas agotadas y aforo completo. Y yo con la entrada de mi tx (que se negó a venir) pendiente de colocar hasta tres días antes. Ya me veía en la puerta ofreciéndola, como estaba un señor. Y oye, que el precio estaba bastante apañado.

Cómo no, el reclamo publicitario de esta función es Albert Boadella el cual, según dice, despoja la ópera de todo artificio y le quita el rollo "parque temático de la Inquisición y la Leyenda Negra". En efecto, todo le quita, porque el escenario más desnudo no puede estar. Una trampilla que hace las veces de tumba de Carlos I, cama de Felipe II y prisión es el único elemento escénico. De hecho, me ha recordado mucho la puesta de Konwitschny que vi en el Liceo en 2007: todo vacío y geométrico, pero con vestuario de época. De lujo los figurines esta vez.


Boadella ha cuidado bastante la interacción entre cantantes, buscando una mayor profundización del drama. Buen trabajo. Aunque discutible el presentar a Don Carlo como un tarado tullido al que le dan espasmos continuamente. Primero porque no cuadra con lo que ocurre en la ópera, y segundo porque joder, anda que no distrae. Que está el Posa ahí cantando un aria preciosa en la que dice que se muere por él y el infante está dando manotazos al aire mientras. Cómo no, la amistad de Posa y Carlo va más allá de lo fraternal en esta versión. Bastante más.

Muy interesante el párrafo que deja Boadella en el programa: 
“En nuestros días la ópera tiende a convertirse en un club de coleccionistas restringido a supuestos expertos. Se trata de un arte que nació popular y ha pasado a ser rasgo diferencial de una secta filarmónica. Un grupúsculo mitómano que se aferra a la idolatría de las figuras como signo eminente de su exquisitez. Don Carlo es una de las propiedades preferidas de esta petulante élite, pues le atribuyen unos obstáculos técnicos que solo algunos escogidos comisarios son capaces de percibir y determinar si han sido o no superados. Semejante disposición previa frente a la ópera tiene más de competición deportiva que de auténtico deleite ante un arte excelso. Excelso, precisamente, porque Verdi la compuso como patrimonio de todos, sin excepciones eruditas."


En el terreno musical se puede decir que ha sido un reparto homogéneo, no de las noches de recordar pero sí todos muy competentes. Con un total spanish cast, destaca Eduardo Aladrén como Don Carlo, por la valentía con la que aborda el papel. La voz está, un poco más de técnica para controlarla y puede hacer cosas muy buenas en el futuro. Me gustó. Damián del Castillo hizo un Posa elegante y muy en su sitio. También a escuchar en el futuro, le falta asentar el timbre, redondearlo. Sorprendente para bien Simón Orfila como Felipe II, autoritario, con volumen, y matizando (y eso que el inicio del aria ay). Muy correcto Rubén Amoretti como Inquisidor, aunque lo siento mucho, eso de que dé más miedo el rey que el inquisidor no me vale. De las chicas, María Rey-Joly tiene voz, pero se le escapan las sutilezas del personaje. Bien Belén López como paje y Auxiliadora Toledano como voz del cielo. A Nancy Fabiola Herrera ya la conocemos: corta por abajo, brillante arriba y da lo mejor de sí misma cuando se desmelena, y aquí tiene sus buenos momentos, que aprovecha. Éboli es un papel golosina y sabe sacarle jugo.
La orquesta a cargo de Manuel Coves tuvo sus más y sus menos, pero yo diría que estuvo más pendiente de los cantantes que de tener protagonismo propio.



La versión fue la italiana en 4 actos y aquí ya he visto tantas versiones con tanto refrito entre unas y otras que no sé si le han quitado o añadido cosas.

El caso es que de Don Carlo casi siempre se sale con subidón del teatro, y esta vez no fue excepción. Muy digno y disfrutable.

 
Giuseppe Verdi
Don Carlo
Eduardo Aladrén, María Rey-Joly, Simón Orfila, Nancy Fabiola Herrera, Damián del Castillo, Rubén Amoretti, Belén López, Auxiliadora Toledano, Francisco Crespo. 
Manuel Coves, Albert Boadella
Teatros del Canal, Madrid.
Miércoles 2 de marzo de 2016.


Mira

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